Impactantes desbordes de ríos en el norte de Punilla

Las localidades más afectadas fueron La Falda, Villa Giardino, Valle Hermoso y Huerta Grande. Cayeron 100 mm en 70 minutos. "Fue una crecida violenta", dijo a Cadena 3 Diego Concha, de Defensa Civil.

Diego Concha, titular de Defensa Civil, precisaba este viernes al mediodía que los sectores más complicados eran el centro y norte de Punilla.
“Se trabaja con bomberos y personal de Defensa Civil en Villa Giardino, Valle HermosoLa Falda, y Siete Cascadas con una crecida con mucha fuerza y violencia”, explicó.
El agua superó el techo de la proveeduría del balneario, tapó los autos y en total se contabilizaron cuatro vehículos arrastrados por la corriente en el sector del balneario Siete Cascadas (La Falda).
El intendente de esa localidad, Javier Dieminger, sostuvo que “la creciente ha sido muy grande, hubo muchos destrozos en Siete Cascadas pero nos preocupa la parte urbana”. “Hay evacuados de dos viviendas y tratamos de solucionar eso”, agregó.
Además, una casa sin moradores quedó totalmente destruida.
Por último, el intendente confirmó que clausuraron la circulación en el balneario Siete Cascadas hasta garantizar la seguridad del lugar.
Por otra parte, el responsable del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios, Gustavo Cravero, informó a Cadena 3 que rastrearon la zona de Dique de La Falda, entre el balneario Morecabo y Siete Cascadas, luego de que testigos alertaran de un cuarto auto arrastrado por el agua.
"Las dotaciones dieron vuelta y no se encontró el vehículo, ni tampoco hubo una denuncia o reclamo de una persona. Está descartado que haya quedado debajo del barro porque el río tiene poca profundidad", agregó.

El intendente de Villa Giardino, Omar Ferreyra, señaló que el agua pasaba por los cordones y fue de tal magnitud que “todos los autos que estaban estacionados en la calzada fueron arrastrados hacia la ruta 38”.
Por el momento hay cuatro evacuados en esa localidad, mientras los equipos de emergencia tratan de rescatar a más gente que no quiere salir de sus casas.
“Es imposible llegar a las distintas arterias. El agua socavó un metro de calle y es imposible el acceso”, apuntó y subrayó: “Nuestra topografía es muy importante y toda el agua que descarga cae sobre la ruta 38 y es un desastre la localidad”.
En horas de la tarde del viernes, el intendente informó a Cadena 3 que intentaban restaurar el suministro de agua. "Estamos haciendo un relevamiento de todas las personas afectadas y preparándonos para la caída de más agua en las próximas horas", agregó.
Entre los ríos que incrementaron considerablemente su caudal se encuentran el San Antonio, que creció 1.70 metros en la zona de Cuesta Blanca e iba en ascenso hacia Carlos Paz y Mayu Sumaj.
El río Cosquín presentó un pico de 3 metros producto del agua arrastrada desde Huerta Grande, Villa Giardino y La Falda.
Por su parte, el intendente de Huerta Grande, Matías Montoto, dijo que "hubo muchas viviendas dañadas", pero que "la situación se ha normalizado y se trabaja para brindar ayuda a los damnificados en la reconstrucción de sus viviendas".
El río Tabaquillo, en la zona de Calamuchita, y el río El Durazno, así como el río Quilpo, el de San Marcos Sierras y el de Cabalango, todos ellos alcanzaron un promedio de 1.5 metros.
El titular de Defensa Civil alertó a las personas tener precaución y estar atentos a las indicaciones de Defensa Civil, Bomberos y Policía por los vados cerrados.
“Estamos preocupados que haya gente en los márgenes”, advirtió. “Por ahora hubo mucho daño material y vehículos arrastrados pero ningún herido”, indicó.
Y reiteró: “Cuando estas crecidas repentinas llegan, los arroyos que tenía 5 centímetros pasan a tener 6 metros por la gran cantidad de agua precipitada en cortos periodos y eso los hace peligrosos”.
Recomendaciones frente a las crecidas
Ante estas situaciones, desde el Gobierno de Córdoba aconsejan estar atentos a la cartelería con advertencias (en caso que la hubiese), saber si la zona cuenta con guardavidas, seguir las indicaciones de personal de bomberos, Policía y Defensa Civil.
En el caso de acampar, prestar atención a que sea un lugar habilitado por un municipio o comuna y que esté alejado de los cursos de agua.
Para reconocer cuándo se aproxima la crecida de un río, hay que observar si hay nubarrones en las zonas altas: puede ser un indicio de que está lloviendo en las cercanías.
Si el agua cambia de aspecto –pasa de ser cristalina a oscura– traslada objetos como ramas y palos, entre otros, o de a poco tapa piedras que antes estaban visibles, todo indica que está llegando el pico de una creciente.
El nacimiento de los ríos serranos se produce en las partes altas de las montañas. Esto significa que, si bien en las zonas donde se encuentra el grueso de los balnearios o paradores el día puede estar soleado y agradable, en las cuencas altas es posible que esté lloviendo.
Por eso, de presentarse una tormenta repentina, hay que alejarse del agua y de los márgenes, ya que de forma rápida e imprevista el río puede crecer a causa de la lluvia caída o por la apertura de válvulas de diques y embalses. Además, no se deben cruzar vados o puentes tapados por la correntada del agua, aunque parezca que puedan atravesarse sin peligro.