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Carlos Lucero, presidente de la cámara de despenseros de la ciudad opinó sobre la variación permanente de los precios.
"Hay un desfasaje terrible de los precios, no hay control, en la gente el precio de los alimentos es lo que mas influye. Lo fundamental es cuidar al consumidor final en el rubro alimentos", dijo Lucero.
"El despensero del barrio es el que mas entiende al cliente porque lo conoce, le ve la cara todos los días. Los precios se remarcan por las dudas y eso perjudica al consumidor final".
"En las grandes cadenas de supermercados hay sobreprecios en algunos productos. No hay control de los entes que deberían hacerlo", destacó. En la ciudad hay entre 350 y 400 despensas. "Brindan un servicio importante en las sociedad, estamos trabajando para ayudar al asociado a la cámara para que puedan obtener beneficios".
