Todo surgió a partir de la publicación en redes sociales de los propios vacunados. Las autoridades locales cuestionaron la práctica y responsabilizaron al Gobierno bonaerense.
El intendente Guillermo Britos desligó de esta responsabilidad al municipio local y sostuvo que en la región sanitaria 10 es donde se confecciona el listado para la vacunación.
Desde la agrupación kirchnerista argumentaron que estos jóvenes (de alrededor de 18 años) trabajan en postas de vacunación o participarán de los operativos de vacunación en los geriátricos.
“Se ha vacunado a personas como agentes o personal de salud cuando en realidad no lo son. El proceso de vacunación se está desarrollando con total normalidad y dentro de los protocolos establecidos por esta autoridad de competencia”, respondió, a través de un comunicado, la Región Sanitaria 10 del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires.
El malestar surgió de una publicación de fotografías de militantes jóvenes recibiendo la vacuna y luciendo, en algunos casos, la venia peronista. El sábado 13 de febrero aparecieron las primeras declaraciones formales dándole crédito a lo que se denunciaba en redes sociales.
“Al día de la fecha se llevan vacunadas 1.301 personas, todas ellas personal del sistema sanitario luego de cumplir todos los requisitos establecidos. La supervisión del cumplimiento de la vacunación al personal del sistema sanitario es responsabilidad del Hospital Municipal, debiendo solicitar acreditación del lugar de trabajo de cada persona que se presente con el turno para corroborar la veracidad de los datos”, dice la misiva oficial del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires desde la Región Sanitaria 10 y compartido por la directora del organismo, Carolina Di Nápoli, que se reconoce licenciada en Trabajo Social, docente y militante del Frente de Todos.
“Nosotros recibimos las vacunas con todo un operativo previo, una logística muy importante y la indicación de que iban a ser destinadas al personal de terapia intensiva”, dijo a Cadena 3 José María Caprara, secretario de Salud de Chivilcoy.
“Sorpresivamente nos dimos cuenta de que algunas personas en el turnero no reunían las condiciones para ser vacunadas”, reconoció.
El funcionario remarcó que el turnero “es responsabilidad del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires”.
“En el hospital lo que tenemos es lo que se llama demanda espontánea: cuando falta alguna persona de las que tenía el turno citamos al alguien en forma inmediata para que concurra porque la dosis, una vez descongelada, debe usarse de inmediato”, agregó.
Caprara confirmó que “se van a repasar las listas de los vacunados para reconocer quiénes no son parte del personal de salud”.
