Pablo Colangelo fue el elegido por Airbnb para vivir en un pueblo de Italia. Crédito: Airbnb

n argentino y otros cuatro voluntarios seleccionados, desde Melbourne hasta la Ciudad de Buenos Aires, fueron seleccionados entre más de 280.000 candidatos para formar parte de la iniciativa del Sabatico italiano.
Se trata de un proyecto de Airbnb y la ONG Wonder Grottole para promover a la localidad de Grottole, en la provincia de Matera, en Italia y generar turismo. Grottole sólo cuenta con 300 habitantes en su centro histórico y 600 hogares deshabitados.
El argentino elegido es Pablo Colangelo. Tiene 36 años y es ingeniero de software. Nació y se crió en Buenos Aires, y según cuentan desde Airbnb, esta será su primera experiencia viviendo fuera de una ciudad.
Los elegidos vivirán tres meses con todo pago tomando clases de italiano, aprendiendo a cocinar y capacitándose para ser co-anfitriones de Alojamientos y Experiencias en Grottole.
Argentina fue uno de los países que más solicitudes envío. Se ubicó segundo, después de Estados Unidos, con más de 40.000 solicitudes.
Los cinco voluntarios fueron seleccionados en función de su motivación, su compromiso con el proyecto y la voluntad de compartir sus habilidades para contribuir a la comunidad local y viajarán el 5 de junio.

Pablo Colangelo se enteró a finales de marzo que había sido elegido para participar de esta experiencia.
"Trato de que el tiempo dedicado al trabajo y la recreación sea un 50-50 -dijo a LA NACION desde México, donde está haciendo un curso de buceo-. Consigo contratos como consultor informático de cuatro, cinco meses y el resto del tiempo me dedico a viajar, hacer blogs, alimentar mi canal de Youtube".
Según él, sus propuestas para revitalizar la vida en Grottole mezclarán ambas facetas de su vida. "Lo que la gente de la ONG y Airbnb quieren es que aporte conocimientos de sistemas. Se me ocurrió darle visibilidad al proyecto en redes sociales, con un canal de Youtube sobre cocina italiana, apicultura, etc. También buscando distintas formas para que la gente se comunique usando las nuevas tecnologías con los familiares que se fueron", sostuvo.
"A mi siempre me gustó viajar a lugares poco conocidos, pequeñas ciudades y comunidades. La cultura italiana es parte de mis raíces, mi abuelo vivía a una hora de distancia de Grottole -añadió-. Me apasiona meterme en el pueblo y tratar de dejar mi huella, devolverle a Italia un poco de lo que nos dejó a los argentinos".
A pesar de su vida nómade, Pablo no descarta establecerse más adelante en un pueblo pequeño. "Voy a seguir de viajero un par de años más, mi sueño siempre fue establecerme en el sur de Italia -señaló-. Por eso me resulta súper atractivo este viaje, pero será a más largo plazo, en 20 años. Si quedo en buenas relaciones con la gente de Grottole, quién sabe, me puedo mudar ahí más adelante".