Fue un atentado, dijo el intendente de Río Tercero

En diálogo con Cadena 3, Marcos Ferrer se refirió a la resolución del máximo tribunal del país, que dejó firmes las condenas sobre la voladura de la Fábrica Militar.

"Fueron muchos años de batalla", expresó a Cadena 3 y agregó que "más allá de lo judicial, es una batalla por la dignidad".
En este sentido, explicó que "durante muchos años, se hablaba de 'la explosión de Río Tercero', y no de atentado, como con la AMIA o la Embajada de Israel".
"Y no solo que no fue casual, sino fue un atentado con un agravante: lo provocó, y ahora quedó claro por la Corte Suprema, el propio Estado", aseveró. 
En ese sentido, resaltó "el horror de tener la certeza absoluta de las cosas que ocurrieron y ver que hay todo un entramado judicial y político para proteger a los autores intelectuales".
"Por si fuera poco, el principal culpable, murió en la más absoluta impunidad", remarcó, refiriéndose al ex presidente Carlos Saúl Menem.
Subrayó otro agravante: el atentado fue para cubrir la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia, que en ese momento se encontraban en la Guerra de los Balcanes; y contra el Perú, respectivamente y cuyo comercio de armas estaba vedado.
"Lo más triste fue que para encubrir un acto de corrupción, que fue la venta ilegal de armas. Ahí hay que pensar a qué punto se llega desde la Política a encubrir esos actos delictivos", reflexionó. 

Y resaltó la importancia de los términos y las palabras a la hora de referirse al incidente para "devolver la dignidad a Río Tercero".
"Nos costó mucho que los comunicadores comiencen a tratarlo de atentado. Tras 26 años y con pruebas contundentes, porque cuando Ana Gritti explicó que el trotil  no podría haber explotado nunca porque no explota ni aún siendo manipulado con fuego, ni aún así se creía", lamentó.
"Fue tedioso hasta que se llegó rápidamente. Ahí nomás se supo que era imposible que fuera un accidente. Uno no entiende después la demora, solo se explica por la intromisión de la política en el Poder Judicial", cerró.