Comenzó la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos

La apertura de la cita ecuménica del deporte se realiza desde las 8 (hora argentina). Por la pandemia, sólo hay mil invitados en el Estadio Nacional de la capital nipona.

La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos se celebró este viernes en el Estadio Nacional de Tokio y para esta ocasión el Comité Olímpico Internacional (COI) dispuso que en el acto oficial sean dos los abanderados de cada delegación, un hombre y una mujer.
El evento se llevó a cabo a las 8 (hora argentina) en el mencionado estadio, el mismo que albergó los Juegos Olímpicos de 1964, y lo presenciaron mil invitados en las tribunas del lugar que tiene una capacidad para 68.000 espectadores.
Esta cita olímpica se desarrolló, por primera vez en la historia, sin la presencia de público por las rigurosas medidas sanitarias y restricciones para evitar que se produzcan repuntes de contagios de coronavirus.
La ceremonia fue televisada en Argentina por la TV PúblicaDeporTV y TyC Sports.

Los deportistas argentinos Cecilia Carranza y Santiago Lange, medallistas de oro en vela en los Juegos Olímpicos de Río 2016, fueron los encargados de llevar el estandarte nacional delante de los 175 atletas argentinos que competirán en esta edición.
En tanto, entre las personalidades más relevantes, que estuvieron presentes en el estadio el día de la inauguración, se encuentran el emperador japonés Naruhito, quien fue el encargado de abrir los juegos, y la primera dama norteamericana, Jill Biden.


En la ceremonia, no hubo coreografías con varias personas para impedir contagios de coronavirus y tampoco nubes de humo, por lo cual Balich, quien se encargó de organizar los actos de Río en 2016 y Turín en 2006, dijo que "va a ser de algún modo única al centrarse sólo en los atletas".
Por otro lado, uno de los secretos mejor guardados es el encendido del pebetero con la llama olímpica y esta vez es un misterio mayor, porque el Estadio Nacional de Tokio no tiene pebetero, pero, según la organización, fue instalado expresamente para las ceremonias de inauguración y clausura.
Tras el evento de apertura de los Juegos Olímpicos, el pebetero fue trasladado a la bahía de Tokio y, según se informó, para que no contamine, su fuego fue prendido con hidrógeno producido en Namie, una de las zonas más afectadas por el tsunami de 2011 y el accidente en la central nuclear de Fukushima 1.