Nelson, el Corresponsal, muestra el

El contenedor costó miles de millones de dólares y tiene una vida útil de 100 años. Cómo es el régimen de los empleados que trabajan allí.

Después de realizar la primera transmisión para la Argentina desde la zona de exclusión de Chernobyl y de recorrer la ciudad fantasma de Pripyat Nelson Castro muestra el imponente "sarcófago" que encierra los residuos nucleares más peligrosos del mundo, a partir de la explosión en la central ucraniana ocurrida el 26 de abril de 1986.

El enorme contenedor cubre al cuarto reactor de la planta nuclear de Chernobyl, que explotó durante una prueba de rutina y provocó un verdadero desastre, un incendio que duró nueve días y que generó una catástrofe de límites inimaginables.
El "sarcófago" costó miles de millones de dólares y es gigantesco: mide 108 metros de alto, 162 de largo, tiene un arco de 275 metros y pesa 36 mil toneladas. Tendrá una vida útil de 100 años, pero eso no será ni siquiera mínimamente suficiente, ya que se estima que la radiación emanada del lugar durará al menos 100 mil años.

Trabajan allí unas 3 mil personas, por solo cuatro días, que luego se van. En el lugar reina el silencio, en un panorama muy diferente al de 33 años atrás, cuando la zona estaba muy poblada.
En el lugar hay un monumento inaugurado en 2006, cuando se cumplieron 20 años de la tragedia que no deja de impactar a todo el mundo. La escultura es de dos manos que sostienen al reactor, en el que aparece un rayo que simboliza la explosión en la central nuclear. Además hay placas en homenaje a los valientes que dieron sus vidas para salvar al mundo, tras el estallido del reactor.
En la previa Nelson viajó a Pripyat y recorrió las calles de la llamada "ciudad fantasma". Allí los efectos del peor accidente nuclear de la historia se reflejan en cada esquina del pueblo, que fue evacuado por completo 36 horas después de la explosión en la central ucraniana.

La ciudad fue fundada el 4 de febrero de 1970 para albergar a los trabajadores de la Central Nuclear de Chernobyl y llegó a hospedar a más de 40.000 personas, durante sus 16 años de historia. Hoy se encuentra desolada y cubierta por la vegetación.

Ubicada a escasos tres kilómetros de la central nuclear, Pripyat se caracterizaba por contar con carteles luminosos y decoraciones de cerámica en las fachadas de sus edificios. Además, los arquitectos a cargo de su construcción tuvieron la intención de incorporar la naturaleza al paisaje urbano.

Junto con el Centro Cultural Energetik, el Bulevar Lenin y el edificio de la administración, la Cafetería de Pripyat era uno de los lugares más llamativos. Pero luego del desastre de Chernobyl los niveles de radiación en este sitio superaron entre cuatro y cinco veces los límites permitidos por la ley de Ucrania, por lo que la zona está desierta.

Chernobyl hoy, en fotos: abandono y desolación
Las postales que se observan durante las primeras recorridas en Chernobyl son dolorosas: casas abandonadas, signadas por la evacucación forzada de 1986; algunos habitantes que resisten en soledad y animales que sobreviven a la radioactividad.